Los medios oficiales chinos
apuntaban este miércoles a la posibilidad de que Pekín deje de exportar tierras
raras a Estados Unidos como represalia por la guerra comercial, lo que privaría
Washington de este conjunto de minerales, esenciales para fabricar desde
teléfonos hasta material militar. La noticia ha hecho ponerse nerviosos a los
inversores, provocando importantes caídas en las principales bolsas del
mundo.
La advertencia es el último
capítulo en un conflicto que se intensificó desde que el presidente Donald
Trump anuncio nuevas aranceles y decidió poner al gigante chino de
telecomunicaciones Huawei en su lista negra.
El miércoles Huawei anunció
una acción ante la justicia estadounidense contra
la legislación que prohíbe a las agencias federales usar sus productos en
nombre de la seguridad.
La semana pasada se publicaron
imágenes del presidente Xi Jinping visitando una fábrica de tierras raras en
Ganzhou, en el centro de China, una indicación de su amenaza de poner fin a las
exportaciones.
Las acciones de las compañías
de tierras raras subían este miércoles en las bolsas de Shangái y Shenzhen.
Un responsable de la Comisión
de Desarrollo Nacional y Reforma, que planifica la economía china, también
habló de la cuestión el martes sin aclarar sin embargo a posición del gobierno,
asegurando que la prioridad es "servir primero nuestras necesidades
domésticas".
En cambio los medios oficiales
se mostraban más agresivos este miércoles.