Una joven rusa llamada Alisa Tepikina que anhelaba como muchas otras personas convertirse en madremurió al dar a luz, pues en un acto de negligencia los médicos le arrancaron órganos internos al intentar sacarle la placenta.

La madre de la fallecida aseguró que su hija no soportó los profundos dolores que resultaron de las malas prácticas de los galenos, mismos que provocaron su muerte.

El equipo de médicos que atendió a Alisa fue sancionado por representantes del departamento de salud del gobierno ruso; sin embargo, se reportó que los doctores conservaron el permiso profesional para seguir trabajando con normalidad.

Asimismo, el comité de investigaciones de ese país se encuentra analizando el caso y de acuerdo a los resultados de la indagación se responsabilizará a los médicos que se encuentren culpables.


El comité explicó que los galenos podrían recibir hasta tres años de cárcel por el fallecimiento de Tepikina.

Por su parte, la madre de Alisa declaró que espera que se pueda demostrar la culpabilidad de los responsables y reiteró que desea que ninguno pueda evadir la justicia.

Dmitry Malyukov, padre de la víctima, aseguró que su hija había sufrido terriblemente durante el parto y explicó que los gritos de dolor se escuchaban fuera de la habitación, pero que los médicos que se encontraban presentes ignoraron los llantos.

De acuerdo con los reportes, una partera la informó a la obstetra que la placenta no había salido durante el parto, por lo que la doctora jaló fuertemente el cordón umbilical, lo que provocó en la paciente un shock por dolor y hemorragias severas, resultando en un coma.

Tras estas acciones, las cuales el padre describió como ‘algo de la edad media’, Alisa sufrió un paro cardíaco lo que imposibilitó su traslado a un hospital especializado.


Los médicos del hospital optaron por hacer una intervención de emergencia, pero lamentablemente el cuerpo de la joven no aguantó y Tepikina falleció.

El esposo de Alisa había trasladado a su hija recién nacida a otro hospital, ya que la pequeña tenía una lesión en el cuello; cuando regresó a ver a su esposa los doctores le informaron en un principio que estaba delicada, pero al pedir verla, confesaron que la mujer había fallecido.

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